Luego de armar la “vaquera” para financiar su proyecto –o crowdfunding, según su gusto- una artista japonesa tuvo a bien mostrar su agradecimiento con aquellos que la apoyaron, enviándoles un obsequio que quizá entregado en su empaque original no hubiera tenido tantas repercusiones, pero contradictorias como son las leyes en un país donde hasta festival del Pene existe, consideran delito lo hecho por la artista.

Megumi Igarashi –más conocida como Rokudenashiko- solicitó a sus seguidores ayuda para financiar un ambicioso proyecto consistente en elaborar un kayak con la forma de su vagina, el denominado “Pussy Boat”.  Quizá de no haber agradecido a quienes la apoyaron, nada le hubiera pasado a la artista, ya que de 42 años, no es la primera vez que trabaja con su parte intima; por ejemplo tiene en su haber la creación de exquisitas piezas como el “Pussy Diorama” o el “Pussy Lamshade”

Sin embargo, el problema se presentó por la forma en que Rokudenashiko retribuyó a sus patrocinadores, al obsequiarles una imagen en 3D de su vagina, lo cual fue considerado por las autoridades de su país como delito, alegando que en Japón es ilegal la venta, distribución o demostración de “objetos obscenos”.

Como en muchos países, hablar de la “vagina” es un tabú: al referirse a ella lo hacen con palabras “bonitas” como “asako” (abajo), mientras que ella la nombra por su nombre más vulgar: “manko” (coño). Obviamente, la artista está en contra de su detención, señalando que su vagina ni siquiera debería alcanzar el señalamiento de “obscena”: “Se ha pensado como obscena, porque la han ocultado excesivamente, a pesar de que es una parte del cuerpo”.

Por el momento Rokudenashiko continúa detenida. Para intentar presionar a las autoridades japonesas y la artista sea liberada, sus seguidores han creado una petición en Change.org, la cual pueden firmar si así lo desean… no se les recompensará con una vagina 3D, pero habrán apoyado a una mujer que lo único que quiere es hablar de su vagina con total libertad.

Por cierto, al quedar libre piensa seguir explorando su cálida intimidad y promete presentar nuevas obras, en las que su vagina haga las suertes de puerta, cama, carro, en fin… son muchas las posibilidades.